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Una visita por Cuenca (España)

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Cuenca, estructuralmente, corresponde a la Rama Castellana de la Cordillera Ibérica, los materiales que se visitaron comprenden desde el Triásico (en la zona de Villar del Humo) al Neógeno (área oeste en la "Depresión Intermedia"), si bien los materiales más representativos corresponden al Jurásico y Cretácico que son los que configuran la morfología del paisaje con grandes escarpes.

Los materiales del Paleógeno y Neógeno, corresponden al área de lo que se conoce como la Depresión Intermedia, surgida tras la emersión en el Mioceno de la Sierra de Altomira, que vino a independizar la Cuenca del Tajo de la Depresión Intermedia, si bien, el estudio del Neógeno resulta mucho más apropiado en el área de Pastrana.

FallasLa variedad de aspectos geológicos que se pueden estudiar en Cuenca, hace de esta zona de la Península Ibérica una de las zonas que algunos han denominado "paraíso geológico", tanto desde el punto de vista geodinámico, como desde el punto de vista geomorfológico y especialmente paleontológico, ya que fue en Cuenca -yacimiento de Las Hoyas- donde se halló Iberomesornis -entre otros grupos como Concornis- que permitió establecer las relaciones entre los saurios y las aves -a grandes rasgos, Iberomesornis, presentaba unos miembros anteriores con estructura aviana, la cintura pelviana mostraba caracteres primitivos y la existencia de pigostilo (vértebras de la cola fusionadas).

Si vamos a visitar el Museo de las Ciencias podremos contemplar en la sala dedicada a la Palentología un amplio espacio dedicado a Iberomesornis donde se exponen curiosidades como textos manuscritos de los trabajos realizados en el yacimiento o análisis filogenéticos.

El atractivo de Cuenca, no solo se limita al aspecto geológico, sino al arqueólogico, donde tenemos importantes yacimientos, como Segobriga -ciudad de origen celtibérico que cobró gran importancia hacia el año 70 a.C. cuando se convirtió en capital de una zona de la Meseta- o el de Ercavica, algunos de cuyos restos los podemos contemplar en el Museo de Cuenca o Arqueólogico.

NíscaloPersonalmente, considero que la mejor época para visitar Cuenca es el otoño, no solo por los colores que conforman el paisaje y la tranquilidad que tendremos en las rutas que realicemos, sino porque aquellos de nosotros que tenemos algunos conocimientos sobre micología, podremos aprovechar para recolectar algunos níscalos y setas de cardo.

Respecto a los sitios a visitar, yo diría que son cerca de un centenar, imposible de cubrir en una semana, Cuenca es una zona de España que requiere de algunas semanas para poder apreciar la varieda y riqueza del entorno.

De estos lugares, uno de los más conocidos es La Ciudad Encantada, lugar que no me causó gran impresión ya que las formaciones que vemos allí, podemos verlas igualmente cerca de Las Majadas, concretamente en Los Callejones, en ambos casos estamos ante fenómenos kársticos que han operado sobre los mismos materiales, produciendo estructuras muy parecidas. Viendo La Ciudad Encantada me vino a la mente el Dr. Beringer1, ¿qué hubiera pensado ante las formas que supuestamente se ven en esas rocas? por aquello de los nombres que les han dado a algunas rocas. En Los Callejones, no hay nombres asignados a las rocas, simplemente podemos disfrutar de las formaciones y de las especies vegetales que sí tienen carteles identificativos.

Respecto a la gente, es muy agradable y amable, salvo una excepción que experimenté, exactamente en Villar del Humo, donde me dirigía a visitar las pinturas rupestres tras detenerme en un afloramiento del Triásico bastante interesante que hay de camino a esta localidad. No aconsejo ir a un "Bar-Restaurante" llamado Las Pinturas Rupestres, la persona que se encarga de dicho establecmiento fue extremadamente desagradable en el servicio de tal manera que preferí irme de este lugar sin ver las pinturas. Otro punto donde tuve una "anécdota" fue en Tragacete, donde parece que no les gustan las personas que llevan "cartapacio", si bien, en este caso más bien fue una anécdota. Ambos casos constrastan notablemente con la atención recibida en la Vega del Codorno.

1 Dr. Johann Bartholomew Adam Beringer, profesor y médico de la ciudad de Wurzburgo del siglo XVIII que publicó el volumen titulado "Lithographie Wirceburgensis". Es conocido por la burla que sus estudiantes llevaron a cabo, haciendole creer que los objetos que habían plasmado en unas rocas -consistían en avispas y abejas en sus celdillas, junto con petrificaciones del Sol, la Luna, las estrellas y muchos otros disparates- dejadas por donde solía realizar sus expediciones en las montañas cercanas, correspondían a fósiles, lo cual llegó a plasmar en su obra. Posteriormente, consciente de la burla a la que había sido sometido, trató de comprar todos los volumenes publicados de su obra. El objeto de esta burla fue consecuencia de la actitud de Beringer, una persona muy pomposa.

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