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Los Aragonitos y un Lazo

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Hace algunas semanas, me dirigía a ver el Triásico de Riba de Santiuste (Guadalajara) y de paso, paré a recolectar algunos aragonitos, cerca de La Cabrera (Guadalajara) en unas arcillas próximas al cauce del Río Dulce.

LazoDecidí bajar desde la carretera que une la autovía A-2 con Sigüenza (antes de que ampliaran la actual carretera, aún se podía observar un hardground en los cortes de uno de los arcenes) atravesando parte del Parque Natural, en vez de seguir el cauce del Río Dulce desde La Cabrera. En la subida, me encontré con algo que los cazadores odiamos y conocemos bastante bien, un lazo (el arma de los cazadores furtivos). Para todos aquellos que no sepan que es esto, el lazo, consiste en un cable o soga -normalmente de acero- con la que se hace un nudo corredizo en uno de los extremos y el otro se fija a un punto sólido para que le animal no pueda llevarse la trampa. El lazo, se suele situar en aquellos pasos naturales que tienen los animales (desde un jabalí hasta un conejo o una liebre -para estos, suelen ponerse con un diámetro menor que el que vemos en la fotografía), de forma que cuando el animal pasa, el nudo se cierra quedando atrapado por la parte del cuerpo que lo atraviese.

Geólogos y estudiantes de Geología pasan bastante tiempo en el campo, y puede ocurrir que se encuentren con este tipo de trampas. El lazo, no causa demasiado daño, lo más que puede ocurrir es que si vas despistado te enredes y acabes en el suelo, sin embargo, existen otras trampas más peligrosas, los cepos, quizás más conocidos por todos. Con estos si hay que tener cuidado porque nos puede romper un tobillo o algo peor.

Antes de dar un paso, conviene mirar donde se pisa.

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